Si nos acongoja la situación de emergencia pedagógica en la que ha
desembocado la desmedida voracidad neoliberal nos acercaremos a una disciplina
sustentada por la teoría, la práctica y los valores de un profesional que tal y
como especifica el Parlamento Europeo, ejerce una labor pedagógica, con entidad
propia basada en las relaciones interpersonales en contacto con el contexto
comunitario. Siendo sus funciones específicas competencias que le
capacitan para intervenir con criterios de rigurosidad científico pedagógica investigaciones
recientes constatan el desconocimiento general sobre su formación y sus
funciones, persistiendo estereotipos que nada favorecen su imagen.No nace, se
hace ya que como experto, debe conocer y manejar herramientas encaminadas a
facilitar las relaciones socioeducativas necesarias para trabajar en la
dotación de competencias socioemocionales con especial sensibilidad hacia la
infancia y las habilidades parentales que, desde la profesionalización le permiten
abordar eficazmente la prevención tanto de conductas antisociales como el
absentismo escolar, siendo ésta una nueva realidad generadora de desigualdad
social, pues las evidencias constatan que la consecuencia de que los
estudiantes no se sientan comprometidos e involucrados emocionalmente con la
escuela, a menudo deriva hacia desajustes conductuales, lo que juega un
importante papel en el deterioro de sus funciones cognitivas con el
consiguiente empobrecimiento de los resultados académicos.
A raíz de la necesidad de dar respuesta al desajuste
de un gran número de jóvenes europeos después de la Guerra en 1949 nace a AIEJI
que a día de hoy es un organismo que se encarga de reafirmar y promover la
filosofía de la educación social y su singularidad siendo el ejercicio de la
educación social la materialización de un sólido esfuerzo orientado a
garantizar la justicia social.En España en 1992 la universidad de Barcelona aborda por primera vez la
formación de educadores sociales que a día de hoy se imparte en 34
universidades españolas y es en el 2007 cuando la Asociación Estatal de
Educación Social ASEDES, otorga al educador social entidad a nivel europeo,
siendo la Educación Social una actividad socio pedagógica que tiene como
prioridad garantizar el ejercicio de los derechos de los sujetos requiriéndose
el permanente compromiso en sus niveles éticos, técnicos, científicos y
políticos.Sí que es verdad que la vocación a la hora de
ejercer una profesión basada en las relaciones personales está fuertemente
enraizada a los valores que nos conducen, sin embargo, la profesionalización
pasa por la constante búsqueda de evidencias y la rigurosidad técnica que
garanticen la calidad del ejercicio de las funciones que se nos confieren.
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