domingo, 18 de febrero de 2018
sábado, 3 de junio de 2017
domingo, 30 de abril de 2017
Strengthening Family Strategy
En este artículo pretendemos hacer una revisión teórica sobre las aportaciones más relevantes de las teorías de la vinculación y su influencia en la regulación emocional en la primera infancia, centrándonos en la significación y trascendencia de las primeras relaciones madre-bebé, entendidas estas como un vínculo diádico basado en la correspondencia cuerpo-emoción. En una primera parte, utilizaremos las principales bases de datos para localizar trabajos de impacto y realizar un análisis sobre la importancia de la experiencia de la vinculación en la temprana infancia que nos permita justificar la integración de metodologías psicoterapéuticas de orientación humanista basadas en el trabajo cuerpo-mente-emoción en programas de competencia familiar, pues parece demostrada su eficacia.
En este sentido, en una segunda parte de este artículo introduciremos los fundamentos de la técnica psicoterapéutica de la Danza Movimiento Terapia como una metodología práctica de la que estudiar y aplicar técnicas para implementar en programas de competencia parental. En concreto, presentaremos dos teorías sobre el desarrollo temprano infantil, así como técnicas específicas que se utilizan en un marco terapéutico.
Palabras clave: vínculo afectivo, apego, desarrollo emocional infantil, regulación emocional, entonación afectiva, Danza Movimiento Terapia.
lunes, 3 de octubre de 2016
La educación social como garante de los derechos de la ciudadanía
El término infancia se refiere a las
personas menores de 18 años, la población infantil es «todo ser humano menor de
18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya
alcanzado antes la mayoría de edad» (Ayllón, 2015)., tal y como establece la
Convención de las naciones unidas sobre los Derechos de las niñas y los niños celebrada
en 1989.
En el informe “La Infancia en España
2012-2013”, Unicef pone de manifiesto el impacto de la crisis económica sobre
la infancia en nuestro país, situación que compromete claramente sus derechos y
presume que es responsabilidad de las administraciones revertir una situación
que obstaculiza directamente el desarrollo y la salud de la población infantil,
e incluso determina su futura inclusión social y laboral (Navarro, 2012).
En nuestro
país, la pobreza infantil lleva tiempo encabezando el interés de la Administración
y organismos tanto nacionales como internacionales. Cáritas, Unicef, Save the Children u Oxfam, entre otros, se hacen
eco de la especial vulnerabilidad de los menores en España. Asistimos al alarmante
aumento de la incidencia de la pobreza en las capas más desfavorecidas de la
sociedad, y somos muchos, los que centramos nuestro interés en conocer, tanto
las causas como las consecuencias de padecer, o estar en riesgo de pobreza durante
las primeras etapas de la vida.
Según
constatan diferentes informes internacionales, la pobreza en la infancia es la
principal responsable del fracaso escolar, está presente en la mayoría de las
trayectorias de exclusión y preocupa especialmente la transgeneracionalidad de
esta situación.
Todo ello
tiene implicaciones claramente éticas ya que cuando una comunidad “quiere alcanzar niveles más altos de
rendimiento escolar entre su población infantil, deberá atacar la desigualdad
subyacente, que es la causante de los profundos desniveles en el rendimiento
escolar” (Wilkindon & Pickett, 2009:48). España registra una tasa de abandono escolar
temprano del 30%, alrededor del doble de la media de la UE.
Un
enfoque basado en el ejercicio de la violencia, respondería a la necesidad de
dar respuestas institucionales a las situaciones de violencia que sufren los
niños, previo al enfoque basado en al vulneración de sus derechos, pues
entendemos que es un estado posterior. Que claro pues que la exposición a la
pobreza en las primeras etapas de la vida, es una forma deliberada de ejercer
la violencia institucional sobre un grupo social cada vez más numeroso. Según
Finkelhor (2008), esta perspectiva, nos permitiría abordar el problema bajo las
directrices de la victimología, dirigir los esfuerzos a analizar en profundidad
la desigualdad bajo el paradigma de la violencia ejercida sobre la infancia,
como un grupo social vulnerable y sujeto a especial amparo.
Por
el momento, el modelo de protección español parece incapaz de atajar el
problema, pues mantiene deliberadamente, servicios desbordados por demandas
crecientes, siendo muchos los hogares que confiesan recurrir a ONGS para cubrir
sus necesidades básicas. La interpretación de los planes estatales de lucha
contra la pobreza infantil, revelan escasa sensibilidad de las administraciones
hacia la protección de una etapa tan sensible.
Tras las estadísticas prevalece el menoscabo
de los derechos infantiles y urge la necesidad de analizar en profundidad los
efectos de vivir un desahucio o la inestabilidad familiar, así como, qué
consecuencias acarrea sobre la salud, la malnutrición o la dificultad para
acceder a servicios sanitarios de calidad. Los niños y las niñas, no son los
ciudadanos del futuro, son ciudadanos del presente. Especial atención merece el
análisis en profundidad, los efectos de los recortes en educación y atención a
la diversidad y el repunte de la violencia familiar como consecuencia de
situaciones derivadas de la precariedad económica.
“El consejo de ministros de la Europa de los 15, en el marco del
2º programa de lucha contra la pobreza define ésta en 1984, como la situación
de personas, familias y grupos, cuyos limitados recursos económicos, sociales y
culturales les excluyen del modo de vida que se considera aceptable en su
entorno”
(Lorenzo, 2012). Thomas Pogge (2005), la define como el resultado de políticas deliberadamente
ineficaces a la hora de redistribuir justamente la riqueza de los países donde
se da mientras que Wilkindon & Pickett (2009)
la tildan como un problema de justicia social.
El ciclo de la pobreza
es aquella situación fruto del desequilibrio entre las necesidades y la
disponibilidad de recursos. La aproximación al concepto de pobreza infantil en
los países industrializados, obliga a abordarla bajo un prisma neurológico
evolutivo, la deprivación en la infancia se revela como factor recurrente en
los procesos de exclusión en la edad adulta.
La perspectiva de la
responsabilidad neuro cognitiva obliga a desarrollar políticas dirigidas a
mejorar las condiciones en las que vive la población infantil víctima de
pobreza y prevenir el desarrollo de estrategias desadaptativas, ya que la
evidencia apunta a que la pobreza está relacionada con los deficientes
resultados socio educativos (Schmid et al. 2014) es más, para Mani et al. (2013) el paradigma de la
responsabilidad neurocognitiva debe orientar las políticas sociales. En un
estudio reciente, vinculan la pobreza con escasa capacidades para solucionar
problemas, lo que explicaría como ésta, se incrusta en el ciclo vital de las
personas, cómo incide negativamente en la atención y en la memoria de trabajo,
especialmente grave si ocurre durante la infancia, pues se sientan las bases y
los fundamentos esenciales para el desarrollo y la formación de las capacidades
personales (Montañésa et al. 2012). Las conclusiones de Robles y Pérez, (2014),
apoyadas en numerosos estudios son claras, la pobreza en este sensible período,
predice el fracaso escolar asociado a trayectorias de exclusión.
Sólo
el análisis crítico de la realidad, guiado por valores de justicia social,
permitirá mejorar la situación a la que parece estar condenada la infancia en
riesgo, nos toca trabajar para prevenir el malestar emocional, que correlaciona
con el desánimo y la falta de motivación, autoestima y fracaso escolar,
malestar que redunda no sólo en las competencias emocionales sino también en
las capacidades de concentración, atención y memorísticas de las niñas y los
niños.
El
estado natural de la infancia es la dependencia, situación extrema de
vulnerabilidad, la violación de este estado de dependencia es la forma general
de victimización (Finkelhor, 2008). Visibilizar la pobreza infantil, obliga a
poner de manifiesto que a un importante grupo social se le priva,
deliberadamente y en virtud de su condición de indefensión, del derecho a
acceder a los recursos económicos, sociales o culturales, lo que supone
anteponer la tradición cultural “extranormativa” de los intereses neoliberales,
donde el poder de decisión de las instituciones es crucial en la distribución de
los recursos (Ballester, 1991), al deber de ajustarnos a la norma legal, que en
nuestro país queda reflejada en la Constitución y en la Convención de los Derechos
del Niño.
BIBLIOGRAFÍA.
Ayllón, S. (2015), Infancia, pobreza y
crisis económica. El alma de “La Caixa”. Ed. Obra Social “la Caixa":
Barcelona.
Ballester, L. (1991). Las necesidades sociales.
Teorías y conceptos básicos. Madrid: Síntesis S.A.
Finkelhor, D. (2008). Childhood
victimization: violence, crime, and abuse in the lives of young people:
violence, crime, and abuse in the lives of young people. Oxford University
Press.
Lorenzo,
J. (2012). Génesis de la pobreza y exclusión social
en la infancia: diferentes enfoques para abordar una misma realidad. En Lázaro Editor A, I., Mora. Coord. Pobreza y exclusión social de la infancia:
construcción de la equidad… desarrollo de la infancia (pp. 15-44). Madrid:
Universidad pontificia de Madrid.
Mani, A., Mullainathan, S., Shafir, E. & Zhao, J. (2013).
Poverty impedes cognitive function. science,
341(6149), pp976-980.
Montañésa, B., Aciegob, R. & Domínguez, R. (2012). Opinions
and educational practice of a group of nursery education teachers related to
the socio-emotional development of their pupils. Culture and Education. 24, 1, pp, 33-43
Schmid, J. & Hasselhorn, M. (2014). “Children at Risk” of
Poor Educational Outcomes: Insights from a (Neuro-)Cognitive Perspective. Child Indicators Research, 7(4), 735–749.
Vicenç Navarro (Dir.) y Mónica Clua-Losada (Codir.). (2012). El impacto de la crisis en las familias y en
la infancia. Observatorio Social de España. Barcelona: Ariel.
Wilkindon, R. & Pickett, K. (2009). Desigualdad. Un análisis de la (in)felicidad colectiva. Madrid:
Turner noema.
sábado, 1 de octubre de 2016
sábado, 16 de abril de 2016
Manual de Competencias para la vida adulta: EDUCATRIX.
Un material para educadoras y educadores sociales, u otros profesionales que trabajan con jóvenes de 13 a 17 años que deseen trabajar temàticas transversales a partir del modelo de competencia congnitivo-emocional.
Un material para educadoras y educadores sociales, u otros profesionales que trabajan con jóvenes de 13 a 17 años que deseen trabajar temàticas transversales a partir del modelo de competencia congnitivo-emocional.
He participado como coordinadora junto a Laura Cladera Bonnin y
Magdalena Gelabert Horrach, y al final, gracias al apoyo de muchas
profesionales y compañeras hemos podido ver el resultado. Pero sin duda
no hubiera sido posible sin el empeño y la incondicionalidad de Guillem
Cladera Coll enla Fundació Natzaret y la Universitat de les Illes
Balears.
De momento se puede conseguir en librerías de Palma y también en la Fundació Natzaret. Edicions Uib.
De momento se puede conseguir en librerías de Palma y también en la Fundació Natzaret. Edicions Uib.
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